“El hecho de que Babolat sea una empresa familiar hace que me sienta más cercano a ellos” - Rafael Nadal

5 minutos de lectura

Rafael Nadal es sinónimo de disciplina, dedicación y trabajo duro.

Forma parte integrante de su éxito. Ya sea su carrera a la línea de fondo después del lanzamiento de la moneda, su particular manera de colocar las botellas de agua frente al banquillo o la manera en que se sacude el pelo al final de cada partido y antes del apretón de manos, tiene que estar bien hecho. De hecho, algunos de esos rituales son tan reconocibles que, si no los hiciera, los fans podrían dudar de si realmente es Nadal el que está en la pista.

Una de sus conocidas rutinas es, cuando entra en la pista para empezar un partido, entrar con su raqueta Babolat en la mano, saludar con ella al público y aceptar su aplauso de bienvenida. Pero, además, es con esa raqueta con la que empezará el partido.

“Desde el momento en que salgo de los vestuarios, empiezo a dar golpes al aire – explica Nadal – y me gusta empezar a sentir la sensación de que ya estoy en el partido. Realmente siento que el partido ya ha empezado y, como digo, es una cuestión de sensaciones, de sentimiento.”

Tiene incluso rutinas que hace con su raqueta entre bambalinas, aunque no muchas.
Cuando le colocan el kinesiotape en los tobillos antes de un partido, utiliza ese tiempo específico para poner los grips a las raquetas que utilizará en el partido que está a punto de empezar.

La memoria fotográfica de Nadal en cuanto al tenis es asombrosa. Puede acordarse de la primera raqueta con la que jugó. Se la dio su tío Toni, el que fue su entrenador - el primero - durante muchos años, y está expuesta en el museo de la Rafa Nadal Academy para que todo el mundo pueda verla. La Rafa Nadal Academy es un centro inmenso en Mallorca que él mismo supervisa activamente.

La raqueta que ha evolucionado con él desde que está con Babolat es la Pure Aero, de color amarillo fosforito. “Suelo jugar con raquetas con las que ya me he entrenado – comenta –. Llevo seis raquetas en la bolsa y las tengo numeradas en orden, así que sé con cuál estoy jugando en cada momento. Suelo empezar a jugar con la que he calentado y que, además, ha sido encordada justo antes del partido.”

“No tengo ningún criterio especial. Utilizo el mismo peso y grip en todas las superficies. También juego con la misma tensión, que suele ser 25 kg. Hay algunas excepciones. Cuando juego en altitud, entonces puedo pedir que las encuerden a 25,5 kg.”

Su colaboración con Babolat remonta a cuando tenía nueve años. Si bien Nadal empezó con la Pure Drive, ayudó a desarrollar la Pure Aero y sigue involucrado en el proceso de prueba y de innovación de los artículos de Babolat. Le gusta el material por varios motivos: funciona muy bien con el fuerte efecto liftado con el que él juega y la potencia generada es excepcional. Nadal tiene “una gran interacción” con el equipo Babolat puesto que trabajan juntos en la herramienta más importante del kit de un tenista.

Entonces, ¿podría seguir jugando y ser competitivo con la raqueta que utilizó en 2005, año en que ganó su primer Roland Garros? La pregunta le hace gracia. “No, no, no creo que pudiera jugar con la misma raqueta – contesta –. Las raquetas han evolucionado y estoy seguro de que me estaría perdiendo algo, y los resultados no serían los mismos.”

Esto encaja con la valoración del presidente y director ejecutivo de Babolat, Eric Babolat, que ha guiado las andaduras de la compañía con Nadal. “La aerodinámica de la Pure Aero es completamente distinta de la de una raqueta tradicional – explica –. Las raquetas tradicionales se diseñaron para que la preparación del golpe se hiciera horizontalmente, pero la Pure Aero ha evolucionado para que sea posible hacer una preparación prácticamente vertical para darle un efecto liftado.”

El carácter familiar de Babolat encaja perfectamente con el proyecto familiar que ha constituido los cimientos de la carrera de Rafael Nadal. Hubo un tiempo en el que se sugirió que iban a lloverle ofertas cuantiosas por parte de las compañías de raquetas para que utilizara su equipación, pero el dinero no es un criterio en este caso. “El hecho de que sea un negocio familiar hace que me sienta más cercano a ellos – comenta –. Es la quinta generación, así que eso también significa algo.”

Y en caso de que te lo estés preguntando: nunca ha roto una raqueta en un enfado, la respuesta es no. “Es lo que me han enseñado – dice orgulloso –. Incluso de niño, nunca he tirado la raqueta al suelo.”

#ADDSOMEVAMOS

Los jugadores profesionales del Equipo Babolat pueden jugar con un modelo personalizado diferente al equipamiento que aquí se representa.