Una motivadora pasión por el tenis en el corazón de África

5 minutos de lectura
Publicado el 17/02/23

La pasión por el tenis adopta muchas formas, pero pocas tan conmovedoras como la iniciativa de Benedict Nteza en una zona rural del oeste de Uganda.

Ben era un adolescente cuando vio jugar al tenis en la televisión. Lo que estaba viendo era Wimbledon 2018 y el jugador que aparecía en su pantalla era Rafael Nadal. Estimulado por lo que había visto, cogió una raqueta vieja y un par de pelotas y empezó a golpear contra una pared en un intento de "jugar como Rafa".

La aldea de Ben está en el distrito de Kyegwegwa, a más de tres horas de la capital, Kampala, y muy lejos de la escuela más cercana. La consecuencia es que la mayoría de los jóvenes de la zona no van a la escuela. Pero cuando vieron a Ben golpear pelotas de tenis, ellos también quisieron divertirse y le pidieron que les enseñara a jugar al tenis.
 

Lo que ocurrió después es toda una fuente de inspiración.

Una oveja por una pista de tenis

 

"Fue un gran reto", recuerda Ben. "Cuando vi a Rafa en la tele me enamoré del juego, pero no teníamos pistas de tenis.

"En aquel entonces no tenía dinero, así que decidí vender una de mis ovejas para comprar un terreno donde construir la pista de tenis para que los niños pudieran venir a practicar todos los días".

La tierra que compró era un bosque en la montaña con suelo arcilloso. Ben, junto con dos ayudantes, tuvo que realizar una profunda excavación en el suelo para reordenar la tierra y crear una superficie plana.

Cuando lo consiguieron se dieron cuenta de que tenían espacio suficiente para dos pistas. Las líneas se marcan con arena y la red es un trozo de cuerda con unos banderines atada a dos ramas de árbol cortadas que sirven de postes de la red. "La calidad de la pista no es muy buena", dice Ben, "no es una pista profesional, pero lo importante es que jugamos en ella".
 

Y juegan de verdad. Puede que los niños de la zona no puedan ir a la escuela, pero sí pueden jugar al tenis, lo que les permite tener una motivación cada día. Algunos recorren en bicicleta media hora diaria a través de densos bosques para jugar.

La historia llega a Babolat

 

Ben es uno de los afortunados. Él sí recibió una educación en el Seminario del Sagrado Corazón en el distrito de Mubende. Allí conoció Internet y creó una cuenta de Instagram en la que colgaba fotos de sus pistas de tenis fabricadas con sus manos.

Un día, Fanny Benincasa, responsable de medios digitales de Babolat, se topó con la iniciativa de Ben revisando cuentas sobre tenis en Instagram. "En cuanto lo leí me encantó", dice. "Les envié un mensaje para decirles lo motivador que es ver su amor por el tenis, y me puse en contacto con Ben y su hermano John."

Fanny pidió a sus colegas que recogieran productos Babolat tanto nuevos como usados -raquetas, pelotas, incluso una red- para enviarlos a Ben y a su comunidad de tenistas. Todos estaban tan dispuestos a ayudar que acabó llenando seis cajas. Al mismo tiempo, encargó a un realizador audiovisual de Kampala que fuera a la aldea, entregara las cajas y rodara una película de tres minutos sobre Ben y sus jóvenes jugadores como parte de la serie de Babolat "Crecemos en familia".

"El tenis significa mucho para mí y lo digo de corazón", afirma Ben en el vídeo, "porque me ha enseñado a ser útil para mi comunidad. La mayoría de los niños no tienen la oportunidad de ir a la escuela y recibir una educación, pero el hecho de poder jugar al tenis es un estímulo para la comunidad.

"No hemos llegado muy lejos, pero lo que hemos conseguido hasta ahora es algo muy especial."
 

Tal vez te interese

Pádel

"El futuro nos convierte a todos en jóvenes promesas"

5 minutos de lectura
Publicado el 27/09/22
Pádel

"¿Hasta dónde podría llegar si me dedicase al pádel?" – Virginia Riera

4 minutos de lectura
Publicado el 17/10/22
Pádel

Nueva Viper y Veron: estética renovada, misma potencia

4 minutos de lectura
Publicado el 06/02/23