"¿Hasta dónde podría llegar si me dedicase al pádel?" – Virginia Riera

Vivir en Argentina y dedicarte al pádel como única actividad es muy difícil. Y siendo mujer, es casi imposible.

Este es el caso de Virginia Riera, jugadora número 11 del World Padel Tour: cuando vivía en el país sudamericano trabajaba y vivía con su madre. El pádel era una afición y una pasión, pero no le permitía ganar mucho dinero.

Todo cambió cuando decidió probar suerte en España y comprobar por sí misma cómo se cumple la conocida fórmula del pádel: materia prima argentina para el mercado español. 

"En Argentina, como en la mayor parte de los países de Latinoamérica," explica Virginia. "Todo cuesta mucho y la economía no es tan estable como aquí. Si quieres jugar al pádel y vivir de ello te acabas marchando. Espero que esto cambie: ahora que hay más circuitos imagino que cada vez más jugadores tendrán la oportunidad de dedicarse al pádel y puede que incluso sin abandonar Argentina. Pero todavía queda mucho por hacer para eso."
 

"Me planteé qué era lo que deseaba hacer"

Dar el salto a España no fue fácil. No le sobraba el dinero y estaba llena de dudas. "Nunca me imaginé viviendo en España y dedicándome solo al pádel. En Argentina tenía mi empleo en una oficina, delante de un ordenador, y la realidad es que me sentía cómoda con esa vida. Vivía con mi madre y tenía muchos espónsores, así que por la tarde entrenaba y los fines de semana, cuando había torneos, viajaba para competir en el circuito profesional en Argentina. Mudarme a otro país suponía estar lejos de mi familia y amigos, y empezar de cero. No estaba preparada para eso.

"Tomé la decisión cuando quise cambiar de trabajo y me planteé qué es lo que de verdad quería hacer. Siempre tenía la duda de hasta dónde podría llegar si me dedicaba al pádel como única actividad. Así que decidí probar durante un año y hoy me doy cuenta de que es la mejor decisión que podía haber tomado."

Pero aunque ahora las cosas le van bien, los primeros meses como profesional en España no fueron fáciles. Tenía que compartir piso y recurrir a sus ahorros y a la ayuda de su familia. 

Virginia es consciente de que su deporte está cambiando. "Evidentemente es muy importante que el pádel se convierta en un deporte lo más internacional posible y creo que se está evolucionando bien en ese sentido. Me encanta que sea así y supone una gran motivación para todos los que nos dedicamos a esto.El hecho de que cada vez más gente esté interesada en nuestro circuito nos va a permitir crecer."

"Quiero que mi madre esté en las gradas"

2022 ha sido un año especial para Virginia Riera, una jugadora que se define a sí misma como "defensiva", aunque también le gusta "contraatacar y jugar con los cambios de ritmo". Por fin ha podido mudarse y vivir por su cuenta, después de estar compartiendo piso. 

"Llevo una vida muy tranquila: mi rutina cotidiana consiste en entrenar y me encanta tanto el grupo como el entrenamiento. Cada año tenemos más torneos y pasamos mucho tiempo fuera. Pero cuando puedo, me gusta estar con mis amigos y también quedarme en casa."

Pero todavía tiene un sueño, algo que desea de verdad. "Siento que se lo debo todo al pádel, porque siempre me ha dado cosas buenas. Pero todavía tengo un sueño que quiero que se cumpla: ganar un torneo y que mi madre me esté viendo desde las gradas. Sé que está feliz por todos mis logros, pero le encanta verme jugar y, después de dejar mi casa para conseguir jugar al pádel lo mejor posible, cuando me vea levantar un trofeo sentirá que el objetivo se ha cumplido."