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“Fue fantástico desde el primer momento" - Kai Niederhuber

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Publicado el 01/08/20

Si Herr Niederhuber no hubiera sufrido una dolorosa lesión de tenis y si la mirada de su hijo de ocho años, Kai, no se hubiera posado en una atractiva raqueta naranja en una tienda de deportes local, Austria podría no contar con uno de los jugadores de bádminton más prometedores que jamás ha conocido.

El brazo problemático de Klaus Niederhuber le persuadió para que optara por la destreza y la ligereza del bádminton, un compromiso que llevó al encuentro de Kai con la vistosa raqueta que le cambiaría la vida. También reveló una insondable fuerza de voluntad. 

“Aún recuerdo la primera vez que vi a Kai – comenta Jürgen Koch, el antiguo número uno austriaco, propietario de la tienda y que es ahora uno de los asesores del adolescente – ¡y cuánto le insistió a su padre para que le comprara la raqueta!”

Kai también lo recuerda. “Quería realmente tener mi propia raqueta. Y dije a mi padre que de verdad quería una”, comenta, aún con una nota de firmeza. Y así fue como la colorida raqueta, una Babolat Satelite Brio, fue suya. Y resultó ser una buena elección: siguió usándola hasta que dio un gran paso hacia adelante a los 13. 

“Eso fue cuando tuvo su primer contrato – comenta Koch –. Ahora es la estrella ascendente de Babolat”. Y cumplirá tan solo 17 años este mes de septiembre.

Para Kai Niederhuber, el bádminton fue amor a primera vista. “Fue fantástico desde el primer momento – dice –. Es la habilidad lo que más me gustó.” Y resultó que tenía suficiente habilidad para estar compitiendo en torneos al cabo de seis meses. 

Primero fueron torneos locales en Alta Austria. Pronto, empezó a viajar. La temporada pasada ganó partidos importantes en la Bundesliga austriaca y, en 2020, ganó los tres títulos sub-17 en los campeonatos nacionales de Austria. 

“Kai tiene potencial para llegar a lo más alto a nivel mundial – opina Koch –. Nadie puede garantizarlo, pero con sus competencias técnicas y su actitud, tiene posibilidades.”

Junto con su visión aguda, Kai ha mostrado apertura de mente y capacidad para imaginar cómo abrir nuevos caminos: cualidades que quizás sean las esperadas en alguien de Ansfelden, el lugar de nacimiento de Anton Bruckner, un compositor que introdujo nuevas ideas en música clásica.

Fue su padre, que jugaba al tenis, quien enseñó a Kai cómo golpear a la pluma. Más tarde, habría varios entrenadores, en especial Peter Zauner, un antiguo campeón austriaco, quien “me inspiró para seguir trabajando”, comenta Kai. 

Tiene un horario bastante exigente. Kai va al Handelschule, un colegio especial que enseña la parte comercial de varios deportes y se entrena antes y después de clase en un centro olímpico cercano. Esto significa que hay bádminton cada mañana antes del colegio y más después de clase. Algunas veces son unas cuatro o cinco horas de bádminton al día. 

No resulta por tanto sorprendente que la presión pueda afectarle. “Hace un año tuve problemas con mi juego mental y de hecho abandoné un partido” – admite Kai –. Perdí la concentración y no pude seguir jugando. Pero ahora he mejorado mis aptitudes mentales. Si estoy enfadado, simplemente digo ‘sigue, no pasa nada, sigue’.”

¿Por qué motivo, como jugador especializado en individuales, a veces participa en dos dobles, lo que implica que siga tres disciplinas en un solo torneo? Es otro método de aprendizaje – explica Koch –. “Jugar en dobles favorece el juego en red, el juego elevado y la velocidad. Hay más momentos decisivos en dobles que en individuales. El servicio y la devolución son muy importantes. También puede ser importante para la estrategia y la mentalidad.”

El año pasado, Kai llegó a 1m80 de estatura con tan solo 16 años, lo que hace que sea más difícil moverse con fluidez, pero lo que también supone una ventaja para un jugador atacante con emocionantes remates en salto bien ejecutados.  

Ahora, cuando Kai Niederhuber salta y su raqueta brilla, ya no es su raqueta naranja de la infancia, la Babolat Satelite Brio, la que salta a la vista, sino los destellos plateados y azules de sus raquetas de marco negro Satelite Essential. 

El color plateado puede simbolizar alta tecnología, riqueza o algo valioso. Al azul a veces se le llama el color sublime. Y Kai Niederhuber ha demostrado que puede empuñar armas con un rendimiento sublime.