Estrella emergente de Roland Garros 2025, Loïs Boisson ha jugado con la Pure Drive desde 2016. De niña soñaba con usar la misma marca de raqueta que su ídolo. Babolat hizo realidad ese sueño.
Algunas marcas ofrecen contratos en cuanto los jóvenes talentos comienzan a obtener resultados. Y luego está Babolat. Rafael Nadal y Carlos Alcaraz fueron detectados por la marca cuando tenían apenas diez años. Loïs Boisson firmó con Babolat con solo dieciséis años, testimonio del scouting excepcional de la marca. En ese momento, la tenista francesa aún no había deslumbrado en Roland Garros con su clase, su derecha, su fortaleza mental, su control emocional, su cobertura de pista y sus extraordinarias capacidades físicas; cualidades que finalmente la llevaron a semifinales, convirtiéndola en la primera francesa en alcanzar esa instancia desde Marion Bartoli en 2011.
No había asombrado aún al circuito con una carrera de ensueño en París, eliminando a tres grandes nombres: Elise Mertens, Jessica Pegula y Mirra Andreeva. Tampoco se había unido aún al club exclusivo de jugadoras, junto a Justine Henin y Kim Clijsters (ex embajadora de Babolat), que alcanzan una semifinal de Grand Slam partiendo desde fuera del Top 300 (clasificada 365) y necesitando una invitación (wildcard) para entrar.

« Es increíble jugar con una raqueta Babolat como Rafa, mi ídolo »
No todo estaba escrito en las estrellas, pero la historia ya había comenzado, como confirma Loïs Boisson: “Mi ídolo es Rafa Nadal. Cuando empecé a jugar tenis en Dijon a los 8 años, donde nací, solo quería ser como él, copiar todo lo que hacía. Quería usar la misma marca que él. Y para mí es increíble jugar hoy con una raqueta Babolat.” La elección se volvió rápidamente obvia: “Empecé con la Pure Drive porque, de todas las raquetas que probé, fue la que más control me dio en mi juego. Apenas la tomé, supe en un día que era esa! Me da potencia y control. Es el equilibrio perfecto para mi estilo.” Si se necesitan ajustes, ya sea al marco o a las cuerdas Babolat RPM Team, Loïs sabe que puede contar con un equipo receptivo y de apoyo que siempre busca la mejor configuración para su juego: “Entreno en Lyon, y es tan bueno estar cerca de la marca, saber que la gente diseña las raquetas justo aquí en la ciudad. Es una verdadera ventaja. Si tengo un problema, sé que están muy cerca.”
Resiliencia inquebrantable
Sería un error pensar que Loïs Boisson “nació” en Roland Garros a los 22 años. De Dijon a Mónaco, donde siguió a su padre Yann, ex jugador de baloncesto del ASVEL convertido en ejecutivo de club; y por Italia, donde entrenó desde el Principado y se cruzó con Jannik Sinner en la academia de Riccardo Piatti, Boisson construyó su carrera paso a paso, siempre con grandes metas y fuerte ambición. Forjó su propio camino. Trabajó duro, enfrentó contratiempos, se recuperó y rompió cada puerta cerrada, con calma, sin drama. Sus esfuerzos fueron recompensados en Roland Garros: “Lo que hice fue una locura. Pero no es un milagro. Siempre he tenido esa ambición. He trabajado increíblemente duro. Eso es lo que me hace sentir orgullosa.”
Su primer título ITF, ganado en casa en Dijon en 2022, no fue una coincidencia, sino un punto de inflexión. En ese momento entrenaba en la All In Academy, estrechamente vinculada a Jo Wilfried Tsonga, otro jugador Babolat. Si no fuera por una grave lesión de rodilla en mayo de 2024 que la obligó a perder Roland Garros y el resto de la temporada justo cuando estaba cerca del Top 150, su ascenso podría haber llegado un año antes. No importa. Su determinación, resiliencia y mentalidad de granito la mantuvieron en camino hacia lo que promete ser una carrera emocionante, y una carrera que Babolat se enorgullece de apoyar.