"Algo está pasando aquí... Este es un deporte que continuará creciendo" – Fred Bertucat

El caso de Fred Bertucat-Martinez es raro, y tal vez único: ha tenido el placer de jugar con Pete Sampras en una pista de tenis, y con Juan Lebron, el número 1 del mundo en pádel, en una pista de pádel. 

La breve oportunidad de jugar con Sampras llegó cuando Fred estaba trabajando en el Abierto de Estados Unidos para el equipo de encordado de Babolat en 1997 y el compañero de entrenamiento habitual del número uno del mundo aún no había llegado para una sesión de práctica. Jugar contra a Sampras fue mucho más agotador que jugar al pádel, muchos años más tarde, con Lebrón. "Fue diez veces más duro jugar contra Pete Sampras", asegura Fred, quien ahora es el Director de Desarrollo Internacional de Pádel de Babolat.

Fred cree que esas dos experiencias demuestran algunas diferencias clave entre el tenis y el pádel. Por mucho que le guste el tenis, Fred, de 51 años, cree que el pádel es menos difícil de dominar, y permite que jugadores de diferentes edades y habilidades jueguen juntos con mayor facilidad.

"La pista es más pequeña y cometes menos errores, porque la pelota puede rebotar en las paredes", dijo. "Juan Lebrón puede dar golpes extraordinarios, pero le di más problemas en la práctica que a Pete Sampras".

Hay muchas otras cosas que a Fred le encantan del pádel, un deporte en el que ha trabajado durante más de 20 años. Desde 2002 este francés está radicado en España, donde el pádel es más popular que el tenis.

"Cuando uno se inicia en el tenis, a menudo se necesitan dos años para poder jugar correctamente; pero en el pádel solo se necesitan seis meses", dice. "Esto se debe a que las raquetas y las pistas son más pequeñas, y además el juego no es tan rápido. La precisión es más importante que la potencia".
 

Una pista especial para niños

 

Fred ve el pádel como una introducción perfecta a todos los deportes de raqueta. Cuando sus propios hijos lo probaron por primera vez, inmediatamente prefirieron el pádel al tenis.

"Les gustó el hecho de que la red estaba más baja y la pelota podía rebotar en las paredes", dijo. "Era como jugar al tenis en una pista más pequeña sobre una superficie más blanda, con la ventaja de que no tenían que salir continuamente a recoger las pelotas, ¡porque rebotaban en las paredes! Les encantó este deporte."

Lo más importante es que Fred ve el pádel como un deporte que une a las personas. "Cuando juegas al tenis estás a unos 20 metros de tus oponentes", explica. "Tienes que estar muy concentrado. Si golpeas mal la pelota, puede terminar en cualquier lado. Juegas pero no hablas."

"El pádel no requiere tanta concentración. Hay cuatro jugadores en la pista, y están a solo cuatro o cinco metros el uno del otro. Hablas entre puntos y juegos, y luego sigues charlando en el bar".

La pasión de Fred por el pádel se remonta a su primera visión del deporte, durante una visita a la Academia Sánchez-Casal de Barcelona, hace más de 20 años.

"Inmediatamente tuve la impresión de que los jugadores se estaban divirtiendo muchísimo", recordó. "Vi a más personas mayores jugando y realmente disfrutándolo, personas de 60 años que no tenían que correr tan rápido ni con tanta frecuencia. Sonreían."

"Entonces pensé: "Algo está pasando aquí... Este es un deporte que continuará creciendo", y desde entonces he llegado a la conclusión de que el pádel es un excelente deporte de raqueta para personas jóvenes y mayores. Es bueno para los jóvenes, pues la pista es pequeña y el juego es lento. Y los mayores pueden disfrutarlo, ya que no tienen que correr tanto, y siguen sintiéndose jóvenes al jugar".
 

Hemos observado, escuchado y crecido

 

Fred está orgulloso de la forma en que Babolat ha tratado al pádel como un deporte por derecho propio. Por ejemplo, los jugadores de pádel solían jugar esencialmente con calzado de tenis diseñado para pistas de tierra batida, a pesar de que la superficie de juego del pádel es el césped artificial con una base de arena. 

Después de hablar con Mondo, una empresa que fabrica superficies de juego de pádel, y con Michelin, Babolat comenzó a comercializar suelas que utilizan una combinación de chevrones, como los de las zapatillas de tenis para pistas de arcilla, y pequeños tacos, que son como mini versiones de los que se encuentran en el calzado para fútbol y rugby.

"La historia de Babolat tiene sus raíces en el tenis, pero hoy la empresa reconoce que hay tenistas, jugadores de pádel y jugadores de bádminton", dijo. "En términos de pádel hemos observado, escuchado y crecido".