"El tenis como forma de devolver ayuda y de mejorar las oportunidades de los niños desfavorecidos"

5 minutos de lectura
Publicado el 30/01/23

Una de las asociaciones más gratificantes y conmovedoras en las que participa Babolat no tiene que ver directamente con el tenis o el deporte: en ella el tenis se utiliza como herramienta para ayudar a niños desfavorecidos a recuperar su autoestima.

La iniciativa se llama "Fête le Mur" y fue creada en 1996 por Yannick Noah, el último jugador francés que ganó un torneo del Grand Slam alzándose con la victoria en Roland Garros en 1983. La propia historia de Noah es extraordinaria: fue descubierto casualmente por el gran jugador estadounidense y activista de los derechos civiles Arthur Ashe durante una visita a Camerún en los años setenta: Ashe, visiblemente impresionado, regaló a Yannick una de sus raquetas: un gesto destinado a aleccionar al joven jugador. La historia de su descubrimiento explica en gran medida por qué Noah creó Fête le Mur.

Noah quería devolver algo de lo que él había recibido y durante una violenta huelga general a finales de 1995 decidió hacer algo por los niños de las zonas más desfavorecidas. Así puso en marcha una iniciativa para iniciarles en el tenis, convirtiendo este deporte en el vehículo destinado a ayudarles a salir de sus vidas marcadas por la pobreza.
 

Para ello contrató a Sévérine Thieffry, a quien había conocido a través de su agencia de representación de jugadores ProServe y que 26 años después sigue dirigiendo Fête le Mur.

"Al principio nos llamábamos 'Raquettes en banlieux' (raquetas en los suburbios)", dice Sévérine, "pero al poco tiempo nos dimos cuenta de que necesitábamos algo diferente. En francés, la expresión "faire le mur" significa escapar, en el sentido de saltar un muro, así que nos pareció un buen punto de partida para nuestro nombre. Al fin y al cabo lo que pretendemos es animar a los jóvenes a salir de sus barrios poco prometedores, a saltar el muro para alcanzar una vida mejor. Y como somos una organización llena de alegría y con muchos festivales, jugamos en la frase con la palabra "fête", que significa fiesta o celebración. Así que nos llamamos "Fête le mur", que en realidad no tiene traducción, pero se podría decir que significa "una celebración por la salida del gueto".

Reciclaje de raquetas

 

A lo largo de sus 26 años de existencia, Fête le Mur ha ido creciendo hasta el punto de contar con más de 70 iniciativas en toda Francia y sus territorios de ultramar (lugares como La Reunión, Martinica, Guadalupe o Nueva Caledonia). Y también ha crecido con algunos de los socios originales de Yannick Noah, en particular la empresa de ropa Le Coq Sportif y su proveedor de cordajes, Babolat.

"Les proporcionamos todo lo que necesitan para que los centros de Fête le Mur funcionen", explica Yoann Chartron, responsable de activación de la marca en Babolat. "Fête le Mur" trabaja con niños de las zonas más desfavorecidas, por lo que no hay dinero para comprar raquetas, pelotas, etc. Estamos hablando de zonas urbanas donde la actividad tenística es escasa o nula, por lo que ponemos a su disposición raquetas, pelotas y cordajes, junto con otros accesorios para la pista, como cestas para pelotas y pequeñas redes de tenis. Las pelotas, en versión junior, presentan una codificación: verde, naranja, amarillo y espuma.

"No todas las raquetas son nuevas, pero eso no es lo importante. Cuando los jugadores y entrenadores nos devuelven las raquetas junior, a menudo las enviamos a Fête le Mur, porque siguen siendo lo suficientemente buenas como para que los niños las utilicen. Y cumplen su propósito: con ellas los jóvenes disponen del equipo necesario para familiarizarse con el tenis."

Fête le Mur también envía equipos de jóvenes jugadores de todos sus centros -de Francia metropolitana y los departamentos de ultramar- a un torneo anual organizado por la Federación Francesa de Tenis en el que Babolat es el proveedor de las pelotas, así como de los premios para ganadores y finalistas.

"Nuestro objetivo es la autoestima, no el tenis"

 

Las historias de éxito de los 26 años de Fête le Mur son conmovedoras. Una encuesta reciente entre los participantes de los primeros centros mostró que numerosos antiguos alumnos habían ido a la universidad, creado sus propias empresas, fundado una familia y, en general, construido una vida muy alejada de sus expectativas como niños procedentes de algunas de las zonas más desfavorecidas.

Pero hay una pregunta que se plantea una y otra vez, y que Fête le Mur esquiva: ¿cuándo levantará el trofeo de Roland-Garros alguien que escapó de su vida de escasos recursos gracias a la oportunidad ofrecida por Fête le Mur para introducirse en el juego del tenis?

"Ese no es nuestro objetivo ni nuestro propósito", declara Sévérine Thieffry con firmeza. "Queremos que los niños construyan su propia vida y descubran sus propias cualidades. Nuestro trabajo consiste en hacerles ver que cuentan con una serie de cualidades que deben desarrollar: nuestro objetivo es fomentar la autoestima. El tenis no es nuestro propósito, sino la herramienta que utilizamos para conseguir que estos niños alcancen una vida mejor de la que habrían tenido sin esta oportunidad."

Pero hay un vínculo con Roland-Garros que pone de manifiesto el amplio alcance de la Fête le Mur. Este organismo ha desarrollado un programa de arbitraje de tenis que ha permitido a cuatro o cinco antiguos alumnos trabajar cada año como jueces de línea en Roland-Garros y esto durante los últimos 15 años. Todo empezó cuando Zara, una chica de Pau con timidez crónica, no tenía muchas ganas de jugar al tenis y un responsable del campamento le dio la oportunidad de arbitrar: ahora es árbitra profesional y licenciada en empresariales y marketing.

La implicación de Babolat en Fête le Mur es bastante discreta: la empresa reconoce el trabajo realizado por Sévérine Thieffry y su equipo, y está encantada de contribuir en la medida de sus posibilidades. Por ejemplo, a principios de este año ofrecimos un paquete de bienvenida a un grupo de 18 jóvenes de Fête le Mur en París que fueron invitados a participar en "Kia Clubhouse", una nueva iniciativa de la empresa automovilística Kia y Rafael Nadal. El paquete incluía material de tenis Babolat y otros artículos destinados a desarrollar una afición a este deporte para toda la vida.
 

Para Yoann Chartron, "en Babolat estamos orgullosos de asociarnos con muchas empresas, pero nuestros vínculos con Fête le Mur están marcados por una componente emocional adicional. Cuando vemos las oportunidades ofrecidas a estos niños para salir del círculo de la pobreza y la falta de recursos nos sentimos honrados de formar parte de la iniciativa. No solo por el hecho de que jueguen al tenis unos niños que nunca habrían tenido esa oportunidad de no ser por Fête le Mur, sino porque además nuestros equipos desempeñan un pequeño papel a la hora de ayudar a estos jóvenes a alcanzar una vida más satisfactoria. Como empresa familiar, estamos encantados de formar parte de la iniciativa de Fête le Mur, aunque sea a través de una pequeña contribución."